El viaje de novios es el merecido descanso tras los meses de preparativos nupciales. Y aunque seguramente habréis valorado varios destinos mucho antes de pensar en las invitaciones de boda, en el menú del banquete, en esos detalles de boda tan originales que queréis para vuestros invitados o en las canciones de boda más apropiadas para cada momento del enlace, no os habéis decantado aún por ninguno. Por eso os proponemos una luna de miel poco convencional y aventurera. ¿Qué os parece la idea de una honeymoon recorriendo en bicicleta alguna de las rutas más románticas y bellas de Europa?

Podéis organizar el viaje por libre, por vuestra cuenta, o bien tener en cuenta las opciones que propone la Red EuroVelo. Se trata, “de una red de 15 rutas ciclistas de larga distancia que conectan y unen a todo el continente europeo1“. Una red transnacional de bicicletas, que os permitirá descubrir románticos destinos mientras atravesáis carreteras asfaltas y bien señalizadas. Elijáis la opción que elijáis, no os perdáis estos cinco itinerarios que os permitirán disfrutar de un viaje de novios inolvidable. ¿Preparados para vivir una experiencia única?

1. Ruta Velomaritime, Bretaña francesa

Bretaña es una encantadora región del noroeste de Francia salpicada de pueblecitos medievales con casitas de piedra y entramados de madera, grandes fortalezas, castillos, pintorescas aldeas marineras y playas interminables con bellas islitas. Un destino slow que podréis descubrir pedaleando por la vía Velomaritime desde Roscoff hasta el Mont Saint-Michel. Una sencilla ruta que transcurre a lo largo de la costa durante 430 kilómetros. Por el camino no dejéis de visitar el antiguo puerto de Roscoff y Saint-Paul con paradisíacas vistas, Morlaix y su impresionante acueducto ni el castillo de Taureau y sus casas de madera tallada. No os perdáis tampoco Saint-Malo, Dinard, el cabo Fréhel, la bahía de Saint-Brieuc, la costa de Granito Rosa, con atardeceres únicos cuando los rayos de sol iluminan las rocas rosadas, ni el maravilloso Mont Saint-Michel.

De Fougères al Mont Saint-Michel

Vale la pena dedicar todo un día a otro trayecto precioso, de unos 50 kilómetros, que comienza en Fougères, un encantador pueblecito, y finaliza en Pontorson, en la bahía del Mont Saint-Michel. Una vez allí, poned rumbo al maravilloso Mont Saint-Michel, en cuyos pies encontraréis un pequeño pueblo. En este impresionante lugar nunca hay que olvidar que la marea alta inunda el acceso, convirtiéndolo en una isla por unas horas. En la web oficial del Mont Saint-Michel podéis consultar el calendario de las mareas, mes a mes.

2. Ruta 1, Islandia

Un recorrido inolvidable para una luna de miel irrepetible, entre paisajes espectaculares, únicos en el mundo, con volcanes, cascadas, acantilados, aguas termales, glaciares, géiseres… Hay muchas formas de descubrir Islandia y una de ellas es pedaleando sin prisa por la carretera circular Ring Road (ruta 1), que da la vuelta a la isla y os permite disfrutar de parajes tan idílicos como la laguna Jökullsarlon con sus icebergs, el impresionante lago Mývatn, las piscinas naturales de aguas termales de Namafjall-Hverir –con sus características fumarolas humeantes–, o la cascada Skógafoss, a la que se llega desde una carretera secundaria que sale de la misma Ring Road. Se trata de una ruta de 1.340 km, por lo que dependiendo de los días que tengáis, solo podréis realizar algunas etapas. ¡Ya tenéis excusa para volver!

Un paseo de ensueño

Desde la cascada Skógafoss parte uno de los trekkings más románticos del mundo. Y es que el sendero de Fimmvörouháis permite observar la parte superior de la cascada desde un mirador. También descubriréis incontables cascadas paseando junto al río Skóga. ¡Un recorrido que no os podéis perder!

3. Ruta de los molinos de viento, Holanda

Holanda siempre presume de ser el país con las mejores rutas señalizadas de bicicletas. Una de las más populares es la de los molinos. Un recorrido circular de algo más de 200 kilómetros que discurre desde Bunnik-Gouda hasta Gorinchem-Bunnik. Totalmente llana, como el paisaje holandés, esta vía de cicloturismo os permitirá ver, entre muchas otras cosas, los 19 molinos de Kinderdijk, declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO, los pueblos-dique que salpican la región y sus maravillosos paisajes con verdes praderas.

De Alkmaar a Maastricht 

Si la ruta anterior os sabe a poco, podéis hacer esta otra ruta junto al mar del Norte, de 385 kilómetros, que os llevará desde Alkmaar hasta las colinas de Maastricht. Os sorprenderán el lago Uitgeestermeer, los ríos Zaan, Amstel y Vecht, los canales de Amsterdam-Rijnkanaal y Merwedekanaal, los paisajes de Betuwe y Brabant, y las riberas del río Dommel y del canal Eindhovens.

4. Ruta del Danubio, Austria

Uno de los recorridos de cicloturismo más atractivos y fáciles de Europa es el del Danubio, de unos 300 kilómetros, ya que es prácticamente plano a través de una llanura con desniveles muy suaves y con un 90% de carril bici propio. Además, la cercanía del Danubio azul, el río más romántico del mundo, os invitará a pedalear mientras contempláis bellos paisajes, castillos, monasterios, pueblecitos pintorescos… Empezad vuestro viaje en Passau, la ciudad de los tres ríos, para ir descubriendo en varias jornadas lugares tan maravillosos como Linz o Krems, la abadía de Melk, el mirador del gran meandro de Schlögen –con vistas maravillosas–, Strudengau, Nibelungengau o Wachau.

Viena, fin de trayecto

Vuestro viaje junto al Danubio os llevará a Viena, que os espera también con sus numerosos carriles bici para descubriros lugares bellísimos, como el Stadt Park, uno de los parques más bonitos de la ciudad, o el Prater, con su animado ambiente, su noria gigante y su parque de atracciones.

5. Ruta del Elba, Alemania y República Checa

El Elba, uno de los ríos más grandes de Alemania, tiene una de las rutas cicloturísticas más prestigiosas de Europa. De unos 900 kilómetros, este itinerario comienza en Schöna/Bad Schandau en la frontera con la república Checa, cerca de Dresde, recorre el noreste de Alemania y acaba en la desembocadura del río en Cuxhaven/Brunsbüttel. La mayor parte de la ruta discurre por parques naturales protegidos desde la frontera norte de la República Checa, como el Parque Nacional de las Montañas Gigantes, y continúa atravesando paisajes bellísimos, entre los que destacan los de la llamada Suiza sajona, así como majestuosas ciudades y pueblecitos, como Turgau, DresdeWorlitz, Magdeburgo y Werben.

La Suiza sajona

Vale la pena detenerse un par de días en la Suiza sajona, un parque nacional alrededor del Elba con grandes bosques, impresionantes formaciones rocosas y con el conocido puente de Bastei, de 76,5 metros de altura, construido entre montañas y con increíbles vistas panorámicas de la zona. También podréis recorrer el llamado “triángulo dorado”, que comienza en el encantador pueblecito de Stadt Wehlen, pasa por el puente de Bastei y termina en Rahten.

¿Qué os parece la idea? Todo es cuestión de organizarse para preparar con antelación las rutas, los descansos, la infraestructura básica (alquiler de las bicicletas…) y el alojamiento. Lo mismo que habéis tenido que hacer con todos los preparativos nupciales, como buscar las mejores ideas originales para bodas, supervisar la decoración de la ceremonia o dar con los vestidos de fiesta de las damas de honor. Todo saldrá perfecto en la luna de miel… ¡y después!