Entre las diferentes ideas originales para bodas hay una que nunca falla: los juegos. Los hay de todo tipo, desde los relacionados con las canciones para bodas, como bailes o karaokes, hasta otros algo más convencionales, como las piñatas, las carreras de sacos o el Juego del zapato. Pero todos tienen un mismo denominador común: ¡son muy divertidos! En función de vuestra elección, tened presente que igual necesitaréis colocar una reglas o instrucciones a la vista de todos vuestros seres queridos. En este caso, no olvidéis diseñarlas a juego con el resto de la cartelería nupcial, como las invitaciones de boda. ¿Preparados? ¿Listos? ¡Ya!

Con música

Muchos de los juegos populares en las bodas implican el baile. Entre ellos, uno de los más famosos es el conocido como la Mesa que mejor baila. ¿En qué consiste? Muy sencillo. Los novios dejan instrucciones al DJ para que haga sonar las cancionesasociadas a cada mesa, durante el banquete. Para que los invitados sepan cuál es la suya podéis colocar una indicación en el seating plan o bien en el centro de cada mesa en forma de cartel, de letrero o de carátula de disco. Cuando suene su tema, la mesa entera sale a bailar. Y la que mejor lo haga… ¡gana un premio!

También tenéis la opción de organizar un concurso de baile entre los familiares y amigos de ambas partes, de forma que vosotros actuéis como jurado. ¡Será un momento muy ameno para todos!

¿Y qué os parece la idea de bailar una animada conga? Para favorecer que todos vuestros seres queridos se vayan conociendo, podéis organizarla mezclando invitados de ambas partes. ¡No habrá ni un momento de aburrimiento en vuestra mágica celebración nupcial!

Otra excelente juego siguiendo el ritmo de la música será el de las sillas. Colocad varias en el centro del espacio de celebración o de la pista de baile y convocad a vuestros familiares y amigos. ¡Las risas y la diversión estarán aseguradas! El DJ del día B será, de nuevo, el encargado de hacer sonar la música y de interrumpirla súbitamente para que todos los participantes tengan que sentarse con rapidez.

Sin olvidarse del karaoke, una fuente de diversión asegurada. Desafinéis o no, las risas en la fiesta están aseguradas oyendo cantar a vuestros seres queridos temazos de todos los tiempos.

¿Más opciones? El juego del beso. En este caso, hay que avisar a los invitados de que cada vez que suene una de las canciones románticas para bodas en concreto, tienen que darse un beso con sus parejas o con la persona más próxima. ¡Igual se hace realidad el dicho de que de una boda sale otra!

Piñatas divertidas

Rellenadlas con caramelos, con confeti, con flores frescas, con premios (como una sesión de spa, unas entradas para ir al teatro o a un concierto)… A los pequeños les encantará, pero a los mayores también. Podéis colocarlas en hilera, tipo banderines, y que los invitados las golpeen con el bate cuando quieran. ¿O preferís ser vosotros los encargados de romperlas al más puro estilo Gallinita ciega? ¡Serán unos detalles originales para bodas muy inesperados!

Safari fotográfico

Repartid varias cámaras instantáneas entre todos los presentes o bien pedidles que utilicen sus teléfonos móviles para capturar una serie de fotografías predeterminadas, como un momento tierno, otro divertido, otro extraordinario… ¡Seguro que cuando descubráis las imágenes no podréis parar de reír! ¡Será un recuerdo hermoso de vuestra gran cita nupcial!

Carreras de sacos

Existen tantas ideas divertidas para la boda como queráis. Entre las opciones más clásicas, hay una que sigue estando de rabiosa actualidad hoy en día: las carreras de sacos. Eso sí, pensad en ofrecer refrescantes bebidas para los participantes al acabar o bien en incluir sabrosos dulces entre las distintas ideas para el candy bar para que puedan reponer fuerzas.

El juego del zapato

Y si queréis que vuestros invitados disfruten como nunca a vuestra costa, no os olvidéis de un clásico que nunca falla: el Juego del zapato. Todos los presentes podrán haceros divertidas preguntas que vosotros deberéis contestar con solo levantar el zapato de uno u otro. Por ejemplo, ¿quién ronca más de los dos? ¿Quién de vosotros dió el primer paso? ¿Quién lleva los pantalones en la relación? Descubriréis de paso lo sincronizados que estáis.

No tengáis miedo de desmelenaros, de quitarte los zapatos de novia para jugar cómodamente o de reíros a carcajadas, como hacía años que no hacíais. Vuestro seres queridos, espléndidos con sus vestidos de fiesta, no olvidarán fácilmente vuestro paso por el altar. ¡Asegurado!