Es normal discutir antes de la boda. Te contamos cuáles son las razones más típicas para que puedas evitarlas a toda costa.
La organización de la boda supone en muchas ocasiones cierto estrés que termina por acabar en ciertas discusiones. Pero que no cunda el pánico porque es normal. Te contamos algunas de las discusiones más típicas para que intentéis relativizar y no darle una importancia excesiva. De lo que se trata es de disfrutar.
Presupuesto
Una boda es cara. Es cierto que en algunos temas se puede ahorrar pero cada pequeño detalle que queráis incluir se va a notar en el presupuesto. Lo mejor será que desde el primer momento fijéis el presupuesto y si alguna de las dos partes quiere gastar en más detalles que cada uno se haga cargo de sus gastos. De esta manera tanto una parte como la otra seguro que escatimaréis y no os podréis echar en cara nada. Cada uno se gastará lo que considere.
¿Cómo quiero la boda?
Esto podría ir relacionado con el primero. Los hombres, por lo general, son más simples. Los detalles como la decoración floral, los regalos para los invitados y un largo etcétera suelen ser cosas en las que piensa la mujer y se preocupa por ello. Así que hablar desde el principio de cómo quiere cada uno la boda, qué se considera prescindible y qué no, es fundamental desde el principio. Cuanto más pensado y hablado lo tengáis todo, mejor.
Los invitados
De repente resulta que ambos tenéis mil amigos que ni uno ni el otro ha visto en su vida. ¿Y este nombre? ¿No es tu ex novia? Relajaros. Seguro que en vuestra lista habéis incorporado a gente que no tenéis por qué invitar. Lo mejor es que comencéis con una gran lista y luego vayáis descartando. Si hay alguno que quieres invitar pero que incita a la discusión, intentar solucionarlo de la manera más cordial. Y si te da demasiados quebraderos de cabeza, ¿de verdad vale la pena?
¿Quién se ocupa de todo?
Suelen ser las mujeres quienes ponen más ilusión. Pero si es así porque nos apetece luego no podemos decir un “he hecho yo todo”. Si a ti la organización de la boda tampoco te hace especial emoción o quieres que tu marido se involucre, decidirlo desde antes para que luego no haya problemas. Si os queréis dejar de líos, ¿lo mejor? Una wedding planner. Aquí te dejamos los consejos para elegir a la mejor. Y si, por el contrario, te hace ilusión hacerlo sola no te empeñes en convertir a tu pareja en un experto en fincas y detalles… no lo conseguirás y discutiréis.
Lo mejor para sobrevivir a estas discusiones, y a las que puedan surgir, será siempre mantener la calma y dejar el orgullo a un lado. No os olvidéis que os casáis porque queréis estar toda la vida juntos y esto es solo una forma de hacerlo oficial. ¡Hay que disfrutar!