El menú, la decoración, el horario… Hay multitud de detalles que te ayudarán a plantar cara a los mercurios en el día de la celebración
La época estival es, sin duda, uno de los momentos preferidos por los novios para darse el sí quiero. Días más largos, naturaleza que muestra su belleza en todo su esplendor, pocas o nulas posibilidades de que una tormenta arruine la celebración… Sí, las bondades de los meses de verano para organizar tu boda son todo un reclamo. Pero ¿y los contras?
La estampa onírica de una boda en verano tiene un hándicap de lo más popular: las altas temperaturas. Salvo que decidas celebrarla en latitudes más allá de nuestras fronteras, es probable que el calor te acompañe durante la ceremonia. No obstante, hay multitud de trucos que puedes poner en práctica para sobrevivir a la implacabilidad de los mercurios.
La elección del horario es fundamental y aquí no hay dudas. Procura evitar las horas centrales del día y, si es posible, optar por una boda de tarde. La celebración vespertina arrancará al amparo de la luz natural pero las temperaturas serán más suaves y podrás servirte del frescor nocturno para alargar la fiesta sin sucumbir a los calores estivales. Además, si optas por una celebración al aire libre (todo un clásico en las bodas en verano), no olvides buscar un escenario que te proporcione buenas sombras. Árboles, porches, pérgolas y, por qué no, hasta una piscina, serán los mejores aliados para ti y tus invitados.
Al margen del horario y la ubicación, el menú que elijas también puede ayudarte a sobrevivir al calor si decides optar por una boda en verano. Gazpacho, sopas frías, brochetas de frutas tropicales… Son solo algunas ideas que puedes incorporar al ágape en el que, por otro lado, no pueden faltar bebidas bien frías para manteneros hidratados.
En lo que respecta a tu look nupcial no es ningún secreto que, sumado a los nervios, el calor puede causar estragos en tu sudoración y, por ende, en el maquillaje, el vestido… Pero tranquila. Hay solución. Los vestidos de novia confeccionados con telas ligeras con tirantes o escotes palabra de honor son los más indicados aunque tu outfit no es lo único que debes cuidar. Para el ramo, optar por flores preservadas te ayudará a que se mantengan inalterables, incluso, más allá de la celebración, y para el maquillaje, evita los productos líquidos y consulta con tu profesional sobre la posibilidad de recurrir a un make up con aerógrafo.
También te ayudará optar por una decoración sencilla y fresca. Evita recargar el ambiente y apuesta por tonos suaves para crear una atmósfera evocadora que no sume grados a la celebración. Dar protagonismo al blanco combinado con tonos pasteles o, incluso, con pequeños matices de tonos más intensos es una buena opción. ¡Y no olvides sombreros, abanicos o paipais para tus invitados! No es un regalo muy original pero seguro que lo agradecerán.