Tras meses de preparativos, después de daros el “sí, quiero” y de bailar hasta la última de las fantásticas canciones para bodas sentiréis que todo ha acabado. Pero no tiene porque ser así. Aún tenéis otra excusa para lucir esos increíbles vestido de novia y traje: la sesión postboda. Y tranquilos. No necesariamente supone un mayor desembolso económico, ya que muchos fotógrafos la ofertan en el pack nupcial. ¿Os apetece conocer todas las posibilidades de esta romántica opción?

1. Os sentiréis más relajados

Tras el enlace –y más todavía si habéis optado por realizar también un reportaje preboda– conoceréis mejor al fotógrafo y a su trabajo, lo que os permitirá sentiros más cómodos delante del objetivo. ¿En qué se traducirá? En unas imágenes más naturales y desenfadadas, en las que podréis ser vosotros mismos y reflejar vuestra verdadera esencia. Además, dispondréis de más tiempo para realizarla y podréis elegir los paisajes en los que deseáis retrataros.

2. El entorno será el deseado

El día del enlace realizaréis la clásica sesión fotográfica cerca del lugar de la ceremonia o celebración. No tendréis mucha ocasión de alejaros ni de elegir el perfecto escenario de las imágenes. En cambio, el reportaje postboda amplía notablemente las opciones en lo que a destinos se refiere. De hecho, no hay reglas al respecto. Todo vale. Da igual si escogéis vuestra ciudad, el campo, la playa, un bosque o una ciudad internacional. Vosotros tenéis la última palabra.

3. Podréis elegir la mejor hora del día

Aunque el día de la boda estéis guapísimos con ese fantástico vestido de novia 2019, con el maquillaje y el peinado ideales, y con ese elegante traje de Hugo Boss, está claro que estaréis sujetos a unos horarios establecidos. En cambio, la sesión postboda os ofrece la oportunidad de disfrutar de más tiempo para conseguir unas capturas únicas que, sin duda, brillarán con luz propia en vuestro fantástico álbum nupcial. Y no solo eso: también podréis escoger las horas del día en las que deseáis realizar las fotografías.

4. No tendréis que preocuparos por el outfit nupcial

La sesión postboda será la ocasión perfecta para volverse a poner la misma ropa que el día B. Sin embargo, esta vez no tendréis que preocuparos de que el vestido de novia vintage o el traje de novio se manchen o mojen, lo que influirá directamente en la calidad de las fotos. Dará igual si decidís estiraros sobre el césped, sentaros en un embarcadero, montar a caballo, pasear en moto o, incluso, daros un chapuzón vestidos. Lo importante será conseguir unas imágenes increíbles.

5. El estilismo podrá ser más informal

Algunas parejas desean ir exactamente iguales a la sesión postboda que al día B. Sin embargo, una gran mayoría opta por lucir de nuevo el vestido y el traje, pero no algunos de los complemenos. Así, es frecuente ver a los novios en deportivas en lugar de con el calzado nupcial y, en el caso de las novias, luciendo un maquillaje mucho más natural si cabe. En cuanto al pelo, y frente a los semirecogidos en tendencia, no es extraño dejarse la melena al aire. ¿El resultado? Un look más desenfadado.

6. Podréis disfrutar más de los invitados el día B

Saber que, tras el enlace, celebraréis la sesión postboda os permitirá reducir al máximo las horas destinadas a las fotografías el gran día. ¿En qué se traducirá todo ello? En que podréis atender mejor y durante más tiempo a vuestros seres queridos. Charlar, reír, bailar, abrazaros… Lo que compartiréis con ellos en vuestra mágica celebración no tiene precio.

Si estáis convencidos de realizar la sesión postboda, no olvidéis guardar el ramo de novia o bien una réplica del mismo y, si lo deseas, concertar una cita con el estilista para reproducir el peinado de boda del día del enlace o para peinarte como desees para el reportaje. Os decantéis por la opción que os decantéis, no olvidéis ser vosotros mismos y convertir el postboda en la ocasión perfecta para disfrutar de vuestro amor.